2. Hacen las sopaipillas con zapallo. No es que sean malas, pero no cambio mis tradicionales sopaipillas hechas con levadura
4. Extranjeros. En mi condición de provinciana, y, es más, de pueblerina, nunca había estado en contacto con tantos inmigrantes. Me parecen intrigantes e interesantes, creo que incluso podría llegar a confiar más en ellos que en algunos chilenos (y no hablo sólo de gringos por si acaso). Además, viviendo en una comuna donde la tasa de inmigrantes latinoamericanos es especialmente alta, he tenido que aprender a acostumbrarme con los "Mami" con el que me atiende el del ciber de la esquina.
5. TODO EL MUNDO VIVE EN MAIPÚ. Y dentro de Maipú, ni siquiera viven cerca.
6. Lo más entretenido en el metro es intentar subirse en hora punta (PS: sigo amando el metro, quizás por el hecho de que lo tomo una o dos veces por semana). Tener que esperar el siguiente y el siguiente y el siguiente tren porque no puedes abordar los anteriores. Ir con amigos, y hacer avalanchas que superen a las de las viejas velociraptors.
7. Mi capacidad de caminar rápido ha aumentado a lo largo de estos cuatro meses. Pienso que camino un 30% más rápido con un 60% menos de esfuerzo. Incluso ya le gano a algunos santiaguinos.